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Trastornos sexuales por dolor

Algunos de los problemas más habituales que se tratan en terapia sexual son trastornos del deseo sexual, de la excitación sexual, disfunciones, eyaculación precoz o trastornos orgásmicos. Es Matilde Soto Psicólogos en Valladolid hacemos terapia sexual.

Trastornos sexuales por dolor

Trastornos sexuales por dolor

Dispareunia: La característica esencial de este trastorno consiste en dolor genital durante el coito. A pesar de que normalmente se produce durante éste, puede también aparecer antes o después de la relación sexual. Este trastorno afecta tanto a varones como a mujeres.

La intensidad de los síntomas comprende desde un leve malestar hasta un dolor agudo.

Este trastorno provoca malestar y dificultad en las relaciones interpersonales y no es debido exclusivamente a vaginismo o falta de lubricación. Tampoco se debe diagnosticar si el trastorno es consecuencia de los efectos directos de una sustancia, fármacos o enfermedad médica.

La dispareunia es un trastorno poco frecuente en los centros de salud mental. Los que presentan este trastorno, generalmente buscan resolverlo en los centros de salud primaria.

En la exploración física no se ven muestras de ninguna anormalidad.

El dolor genital puede hacer evitar en la mujer las relaciones sexules, alteraciones en estas o limitar posibles nuevas relaciones.

El curso de la dispareunia tiende a ser crónico.

Vaginismo: La característica esencial del vaginismo es la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina.

En algunas mujeres solo el hecho de pensar en una posible relación sexual puede provocar espasmos musculares. La contracción vaginal puede variar desde ligera sintiendo rigidez y malestar hasta intensa.

En este trastorno es muy posible que las respuestas sexuales como el deseo, el placer o la capacidad orgásmica no estén afectadas.

El trastorno puede limitar la actividad sexual y generar problemas en las relaciones interpersonales.

El diagnóstico se establece con frecuencia en las exploraciones ginecológicas, cuando la respuesta al examen es una contracción vaginal. En algunos casos la intensidad del espasmo llega a ser tan fuerte que puede producir dolor.

El trastorno suele observarse en mujeres jóvenes, también en mujeres con una educación y actitud negativa hacia el sexo, en mujeres que han sido violadas, mujeres que han sufrido abusos o algún trauma de tipo sexual.

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